Llegando a mi casa fue todo un escándalo. Había olvidado que vendría una tía. Había cierto movimiento. Cuando hice mi aparición en el comedor pasó todo. Que estaba pálido, del color de la pared, eso dijeron, luego comenzaron conque: estaba flaco, hecho un palo, dicen (¡!), entonces sirvieron la comida, todos hablaban de esto, de aquello, yo miraba como estaba mi mamá, atenta a cada cosa que hacía, preguntándome qué había ingerido (¿drogas, alcohol?) y yo con ganas de decirle: ajá, eso. Cuando terminó todo, yo me fui a mi cuarto, a dormir, hasta que ella me despertó para hacer otra vez un escándalo. Me preguntó qué había consumido (¿drogas, alcohol?) y yo con ganas de decirle: ajá, las dos cosas. Pero le dije que me había ido de casa en la mañana sin comer nada y que eso era, que no había comido nada. Entonces me dijo que de ahora en adelante iba a observar mi alimentación. Una vez que pasó todo me puse a escuchar el disco que me regalaste. ¡Y a mí me piden que coma!
pd.- Cuando desperté, todavía no me habías escrito.
<< Home